Hasta mi última medida aproveché
pero mi niño, ya no me quedan fuerzas
y no entiendo como un amor tan grande
de la noche a la mañana se fue.
Es bien verdad, nunca me dijiste un”te amo”
ni un “por siempre te amaré”,
pero que importan las palabras si con
tus miradas me lo decías, tus caricias
me lo demostraban y tus mimos
así me lo daban a creer.
Cuando me susurrabas estoy loco por ti,
más loquita yo me volvía, pues sentía
que nuestra pasión no tendría fin,
dos mundos nos separaban, pero que
importaba porque el uno sin el otro no
podíamos vivir, así en tus mensajes me lo
demostrabas, esas tardes de ansiedad me decías,
yo doble las sufría por las tuyas y las mías.
Tus llamadas eran mi gloria, y mi vida
rezumaba alegría de saber que estabas
y que de menos me echabas,
que tus sueños eran míos
y los míos hasta ti llegaban.
Tus días de venir, en los anteriores agonizaba
esperando el poder estar junto a ti,
tus sorpresas me enervaban, lo que no esperaba,
pero siempre estabas tú ahí…
Que pasó mi niño, vida mía,
que ahora parece que no existo para ti,
me dijiste, ¡ahora es distinto!,
¿qué fue lo que sentiste entonces por mí?
¿una ilusión?
¿o fue mi sabor a libertad lo que te provocó?
¡Siempre me decías que lo absorbías!
¿fueron las cadenas que te atan a tu mundo?,
¿es que te ahogan como con lágrimas me contabas?
¿Qué ha sido amor?
Sólo te ruego que me lo digas con sinceridad
No más medias verdades y piadosas mentiras.
¿Amor qué ha sido? ¡Dímelo ya!
Desde
mi libertad…
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